Monday, October 15, 2001

Universo neoliberal, la mentira tiene patas cortas

Universo neoliberal, la mentira tiene patas cortas
Por mariano féliz

Publicado en: LA NÁUSEA, folleto nº 12 de La Grieta. La Plata, octubre, 2001.

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El discurso económico hegemónico nos habla de default, blindaje, riesgo país, megacanje, devaluación, déficit cero. Intentan engañarnos con palabrejas oscuras que encierran conceptos tan sencillos como inútiles.
Sencillos, pues hablar de megacanje es decir artritis cuando puede decirse inflamación de las articulaciones. Pues, megacanje es simplemente una renegociación de la deuda que el país tiene con sus acreedores, acuerdo en el cual se modifican las condiciones de pago de esa deuda. O riesgo país, fetiche usado para no decir indicador de(des)confianza.
Conceptos inútiles también pues ocultan más de lo que expresan. Ocultan los verdaderos problemas que enfrentamos y ponen sobre el tapete los problemas de los poderosos de aquí y de allá. Ocultan, pues se presentan como soluciones para nosotros cuando son tan sólo salidas para ellos.
Primero vino el blindaje. Blindaje, armadura o protección, actuaría como escudo frente a los ataques especulativos. Se hablaba de escudo o vacuna contra los especuladores pero en realidad se conseguía dinero para que estos no perdieran el dinero invertido, arriesgado, en Argentina. Era como si se le realizara una transfusión de sangre aun paciente que tiene una hemorragia intensa en el abdomen.
Los economistas ortodoxos querían un blindaje pues pensaban en la crisis argentina como una crisis de confianza. Los argentinos, faltos de fe, éramos responsables, por desconfiados, del estancamiento económico. No podía ser, claro, que el problema fuera simplemente que un modelo de país se acababa con pena(para ellos) pero sin gloria (también para ellos). El modelo en que habíaque creer o reventar ¿estaría mostrando esta última faceta? Claro que no.
Luego vino el megacanje. Renegociar la deuda, megacanjearla, trasladando hacia el futuro nuestro eterno compromiso.La cuestión era ganar tiempo para que recuperáramos la fe en nosotros y en el país.
Las señales eran graves. Se fugaban capitales,lavados y de los otros, hacia los paraísos fiscales y cuerpos, argentinos desconsolados,se iban, se van, hacia otros supuestos paraísos, cerrando el círculo iniciado por nuestros abuelos.
Megacanje de por medio, pateábamos para adelante la pelota de la deuda externa, pero permanecían los problemas. Aceptando tasas “ruinosas”, al decir del ministro de economía, la Argentina seguía tolerando las condiciones impuestas por los acreedores.
Acreedores externos e internos (cada vez más, internos, en particular AFJP) que sobreviven extrayendo, cual sanguijuelas, los recursos indispensables para el desarrollo productivo.
Los especuladores, otra vez a salvo.
Proteger al poder del dinero a cualquier costa, ese es siempre el objetivo que trasluce. Proteger al capital financiero con el sudor y la sangre de los argentinos. Con el déficit cero, llega el nuevo engranaje en la maquinaria del ajuste perpetuo. 13% hoy, 20% mañana. 40 o 50% en unos pocos meses. La progresión numérica del recorte salarial garantiza el pago de la deuda, pero sólo en pesos pues los dólares necesarios no se pueden imprimir en Argentina. He allí el verdadero dilema argentino, transformar pesos en dólares. Pero en estas pampas aun no hay mago que pueda hacer tal magia.
Acaba de llegar el salvataje financiero.Es más honesto que los programas anteriores, pues señala con claridad su sentido. No es un blindaje ni un megacanje, no somos caballeros ni superhombres. Nos tiran un salvavidas, para evitar que nos ahoguemos. Pero tal vez sea un salvavidas de plomo.
Un nuevo crédito (más deuda externa, pero eso no se dice) del FMI y un aporte del gobierno de Estados Unidos, buscan salvar al sistema financiero local (dominado por las trasnacionales bancarias) de la crisis de la economía real. La fuga (de los depósitos bancarios) ha sido la última expresión de la enfermedad argentina y este dinero prestado busca curarla con más de la misma medicina (más deuda, más ajuste, más austeridad).
Y un nuevo ajuste, que se viene. 10000 millones de pesos. Un cuarto del presupuesto nacional. Recorte en la Universidad, para arancelar. Recorte en las provincias, para que algunas cierren. Y los acreedores, miran complacidos. Los mercados, contentos. Sube la bolsa y baja el riesgo país. Confianza, eso es lo que nos falta. Los banqueros y los ministros de economía no pueden vivir con menos de 10000 pesos al mes, pero los mortales de esta patria, ¿cómo no vamos a poder vivir con 400?
Blindajes, ajustes, megacanjes y salvatajes. Ocultan, insultan la inteligencia, protegen a quienes especulan con la vida de nuestro pueblo. La mentira tiene patas cortas, dicen.Y si no,hay que cortárselas.

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