Tuesday, January 02, 2007

Apuntes sobre desapariciones. Ddhh, neodesarrollismo y k

Apuntes sobre desapariciones. Ddhh, neodesarrollismo y k
2 de enero de 2007 / mariano féliz

18 de septiembre, desaparece julio lópez, testigo clave del caso etchecolatz; este último había amenazado abiertamente a todos los participantes del juicio. El gobierno k niega la desaparición; lópez está perdido, sugieren. Tal vez tomando el té con su tía, afirman. El presidente de la nación, hace oidos sordos a los reclamos de aparición con vida; propone que entre todos lo busquemos. Tres meses despues, el compañero sigue sin aparecer.
27 de diciembre, desaparece luis geréz, militante del kirchnerismo vinculado al mtd evita. El gobierno expone la hipótesis de una vinculación con patti, a quién geréz acusó de haber participado en sus torturas en 1972. Dos días más tarde, geréz aparece, pocos minutos después de que el presidente de la nación habla por cadena nacional con un discurso contundente pero sin proponer medidas concretas. Geréz no hace declaraciones de significación en los primeros días posteriores a su liberación.
Dos situaciones de similar gravedad. Dos respuestas diametralmente opuestas. ¿Pero qué pasa? ¿Cómo explicamos esta divergencia?
La desaparición de lópez se produce en el marco de los juicios contra el genocidio perpetrado por la dictadura. La prisión de etchecolatz es un hito al que seguirían otras detenciones. La amenaza de etchecolatz era clara, no nos metemos con él solo. Hay más gente detrás suyo.
El avance sobre los genocidas y sus cómplices, ha puesto nerviosos a muchos sectores de la derecha política y del poder económico. En particular, quienes fueron miembros de fuerzas de seguridad en la dictadura enfrentan la posibilidad clara de ser condenados a cárcel común en los próximos años. El proyecto social de la dictadura (del capital) se ha consolidado y ellos ya no son útiles. Nadie los defenderá.
Con lópez el gobierno no hizo nada. Seguramente fue tomado por sorpresa. Por lo demás, lópez representa a los sectores del campo popular abiertamente opuestos al gobierno k. No era alguien ‘valioso’ para el gobierno; su secuestro no le mojaba la oreja al gobierno k, no suponía un cuestionamiento al proyecto neodesarrollista (3$xdólar, contención salarial, superávit fiscal, subsidios al gran capital, etc.). En los hechos era un acto de guerra contra la lucha por la justicia y la verdad. La desidia del gobierno k no tuvo para éste elevados costos políticos. Sus aliados cerraron filas en torno a la consigna de buscar a lópez, despegando al gobierno de su responsabilidad política. Estos sectores siguen apoyando la política de conciliación de clases, el capitalismo serio, la nueva teoría del derrrame.
El secuestro de gérez, por el contrario, fue un ataque directo al kirchnerismo. La derecha militarista, abandonada por los sectores del poder capitalista, vieron en la actitud del gobierno frente al caso de lópez una muestra de debilidad. Habrán pensado que al gobierno no le interesa que secuestren y asesinen a un militante popular (lópez no fue el primero, aunque si fue paradigmático); lo cual es estrictamente cierto. La política de derechos humanos del gobierno es estrictamente funcional al sostenimiento de su proyecto global neodesarrollista. Sólo sirve para mantener la cobertura por parte de organizaciones sociales de elevado consenso social (madres, abuelas) o con elevada capacidad potencial de movilización y conflictividad (ftv, ccc, cta).
El secuestro de lópez y gérez no marcan una avanzada de la derecha contra el proyecto económico-social oficial. No es un rechazo a un supuesto proyecto popular. Es tan sólo el reflejo de quienes se sienten acorralados y tratan de presionar para frenar los juicios. No es un ataque al gobierno sino a los triunfos logrados en el campo de la lucha contra la impunidad y por la justicia. Quienes perpetraron el secuestro de lópez y el de geréz probablemente no están vinculados directamente. Seguramente sean bandas ligadas a etchecolatz y patti, respectivamente, pero actuando en el marco de la impunidad de la inacción del gobierno crearon y no dentro de un ‘plan de la derecha para desestabilizar al gobierno’. La impunidad promueve la impunidad.
Tal vez sea aun más simple. La interna del pj (en este caso en escobar), que incluye siempre el uso del patoterismo y la amenaza, en este caso (y en este marco) se fue de madres. Como dijimos, la impunidad promueve la sensación de impunidad (en particular, entre los que pueden desear tener esa impunidad para actuar).
El gobierno, con su cinismo habitual, aprovechó el secuestro de gérez a sus fines. Sus dichos y acciones fueron diametralmente opuestos a los que tuvo al momento del secuestro de lópez. El resultado fue el opuesto: julio lópez sigue desaparecido, probablemente asesinado, mientras geréz fue liberado. Seguramente el gobierno nacional y sus socios provinciales, saben más de lo que dicen. Luego de su inacción inicial, posiblemente no sepan dónde está lópez, aunque tengan idea que quienes fueron. En el caso de geréz posiblemente ocurra algo similar, aunque seguramente sepan más; seguramente kirchner habló sabiendo que el cerco sobre los secuestradores estaba cerrándose. En ambos casos lo más probable ese que no avancen las investigaciones por los vínculos entre el pj, hoy kirchnerista, y las fuerzas de seguridad.
La impresión es que el gobierno actuó en el caso de geréz porque se trataba de una escalada de sectores con poco poder real pero con capacidad de pegarle a su aliados por izquierda y su política de ddhh. La inacción en este caso podría haber puesto en riesgo esos puentes. La desaparición de geréz y la inacción del gobierno podrían haber sido vistos por sus socios como una ‘traición’ y tal ver puesto en riesgo esa alianza. El efecto ‘felices pascuas’ de alfonsín, estuvo muy presente en el discurso del presidente. La impresión es que lo que preocupaba al gobierno no era que estaba en riesgo su política de derechos humanos sino el apoyo necesario para mantener el consenso social y contener la conflictividad social ligada al proyecto neodesarrollista.
Una pregunta clave queda pendiente: ¿Será posible que el gobierno haya secuestrado a geréz para luego hacerlo aparecer? Difícil saberlo, aunque improbable. La pregunta sería para qué. El caso lópez estaba empantanado y ya no impugnaba la posición del gobierno. Sus aliados por izquierda, no cuestionaron nunca al gobierno, no lo hacían ni había perspectivas de que lo hicieran. La desaparición de geréz reflotó el tema del secuestro de lópez y coloca al gobierno en la situación de aparecer como el principal responsable por su clara inacción cuando debió actuar con presteza. Más probabable parece que geréz haya sido secuestrado por alguna banda parapolicial o por encargo de alguien que se ‘animó’ en el marco de impunidad que produjo el caso lópez y otros similares.
Si el planteo que presento es razonable en el marco de la incertidumbre y falta de información general respecto al tema, creo que:
a. debemos evitar la explicación funcional del secuestro de geréz. No veo porque podría haber sido el propio gobierno o sectores cercanos quienes operaron para ‘armar’ el secuestro y reaparición. No veo que puede ganar el gobierno con esto cuando su política de ddhh era sostenida por organismos de ddhh importantes, aun cuando nosotros y muchos otros la cuestionan.
b. hay que presionar para que el gobierno investigue seriamente y de con los responsables del secuestro de lópez, geréz y otras agresiones a compañeros.
c. debemos insistir en el pedido de aparición con vida del compañero julio lópez. Su desaparición marca la desidia y cinismo del gobierno, su verdadero rostro en relación a la lucha por los ddhh. Si bien no creo que el secuestro de geréz fuera armado desde el gobierno, puso nuevamente en los medios el tema de lópez.
d. debemos continuar exigiendo la depuración de las fuerzas de (in)seguridad. Más de 9000 miembros de la bonaerense (un cuarto de ellos) y no sólo unas decenas, actuaron durante la dictadura.